4 PASOS PARA QUE UN GASTO IMPREVISTO NO TE AGARRE EN CURVA

Todo iba bien en tu vida. De repente, un accidente, o una enfermedad, o una emergencia hace que todo tu presupuesto se descalabre. A todos nos ha pasado y es terrible. Para evitar lo más posible los efectos de los imprevistos, sigue. Estos simples 4 pasos:

No permitas que tus gastos esporádicos se conviertan en imprevistos.

Existen gastos que pese a no ser regulares sí son fijos, por lo que no se deben considerar como imprevistos. Éstos son considerados gastos esporádicos y son, por ejemplo, el pago del impuesto de circulación de vehículos, matrículas escolares, y la membresía de la tarjeta de crédito. Tener un presupuesto que los considere, y ahorrar mensualmente para cubrirlos, permitirá afrontarlos con tranquilidad y evitar que se conviertan en imprevistos.

Es importante entender en realidad qué tan grande es el imprevisto.

Cuando ocurre un imprevisto lo primero es definir el verdadero monto del gasto; existen costos evidentes (como, por ejemplo, el arreglo del carro en caso de un choque) y otros no tan evidentes (como, por ejemplo, los costos de transporte que se deberán cubrir mientras el carro esté en el mecánico).

Usa el dinerito que te va quedando

Los excedentes pueden ser una buena forma de enfrentar los gastos imprevistos. El “colchón” que se tenga ahorrado evitará endeudamientos para cubrir los costos del imprevisto. Independientemente cuál haya sido el fin de ahorrar este dinero, utilizarlo para saldar gastos no esperados ayudará a mantener la salud de las finanzas.

Apriétate el cincho

Ante un imprevisto, la recomendación es revisar tus gastos y analizar cuáles de ellos puedes eliminar o recortar por un tiempo, y así juntar el monto que se necesita para enfrentar cualquier gasto que no se tenía presupuestado.

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