LAS DEUDAS SON COMO EL COLESTEROL: LAS HAY BUENAS Y MALAS

Una deuda es cuando le debes dinero a alguien. Pero deber dinero no siempre es algo malo, ¿cierto? Los préstamos y las tarjetas de crédito generan deudas, pero pagar todas estas facturas a tiempo, es algo que, además de darte paz mental, te ayuda a mejorar tu récord de crédito (o a no tener tachas en temas de dinero con bancos). Por otro lado, meterte en deudas para adquirir inversiones a corto, mediano o largo plazo, puede ser una buena idea.

Por eso, tener deudas es malo ¡cuando debes una cantidad de dinero que no puedes pagar! Primero porque vas a tener a cobradores insistentes detrás de ti, y segundo porque, si no eres capaz de pagarlas, podrías incluso llegar a tener problemas legales.

A veces, las deudas pueden dañar tu récord de crédito. Por ejemplo:

  • Deber mucho dinero en las tarjetas de crédito.
  • Pagar las facturas tarde.
  • No pagar el monto mínimo de la deuda.

Entonces, ¿qué es una deuda “buena” y una deuda “mala”?

Las “buenas” son aquellas que se usan para comprar algo que aumente su valor con el paso del tiempo (por ejemplo, una casa o cualquier otro inmueble). También las que generan ingresos (por ejemplo, los gastos del lanzamiento de un negocio) o las que reducen gastos durante la vida del préstamo (por ejemplo, comprar una casa para no tener que pagar renta). Estos dos ejemplos corresponden a productos de inversión. Las deudas “buenas” se usan para comprar cosas necesarias, pero que no se pueden pagar en efectivo o sin acabarse los ahorros. Con necesarias estamos hablando de imprescindibles, no deseables.

Por otro lado, las deudas "malas" son todas las que se adquieren para comprar bienes que no necesitamos o que no podemos permitirnos (por ejemplo, el televisor plasma de 60 pulgadas).

También se considera una muy mala práctica utilizar préstamos que se van a pagar en un tiempo más largo que lo que dura el producto o servicio que se compró. ¿Quién quiere tener que seguir pagando unas vacaciones dos años después de disfrutarlas? Para gastos que se consumen rápidamente siempre es preferible ahorrar hasta poder pagarlos en efectivo.

Por esto es que resulta muy importante analizar cada situación antes de meterse a una deuda negativa y tener el agua hasta el cuello. Y aunque las deudas no siempre son malas, hay que tener mucha claridad para diferenciar entre una deuda “buena” y una deuda “mala”.

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